María Idalba Pérez, es una adulta mayor de 65 años, cuya edad no ha limitado el empuje para sacar adelante un negocio que se le presentó de manera accidental, pero que hoy le está generando grandes satisfacciones.
Actualmente, María vive en el barrio Fermín López de Santa Rosa de Cabal, pero fue pionera de los bordados en Cartago, y aunque la mayor parte de su vida pasó entre agujas e hilos, hoy confecciona un dulce emprendimiento.
“Arequipes María” surgió en pandemia, justamente cuando doña María movida por el sentido social que la caracteriza le planteó esta idea de negocio a una vecina que no tenía empleo y la estaba pasando muy mal.
Pero como el espíritu emprendedor y visionario no se puede ceder, la vecina no le prestó mucho interés y María decidió sacarle provecho a los $100 mil que invirtió inicialmente.
Y junto a su esposo empezó a trabajar con dedicación en la variación de arequipes, incorporando algunas frutas, innovando con maní y coco y conservando los tradicionales sabores del café y el cacao para hoy tener 10 sabores distintos que deleitan todos los gustos.
En el ánimo de perfeccionar dicho emprendimiento y de manera simultáneamente, María empezó a tocar puertas y la Gobernación de Risaralda le abrió la de la Casa de Mujeres Empoderadas, una estrategia que dentro de otros servicios brinda asesoría empresarial a cualquier proyecto o idea de negocio.